Este artículo se publicó en la Revista Participación, FAPA Giner de los Ríos. Octubre/noviembre de 1999.
Entre las celebraciones del fin de siglo que va estamos acotando y los buenos deseos e ilusiones para empezar el nuevo queremos rescatar, y dar a conocer a un personaje fascinante del anterior cambio de siglo.
D. Ángel Llorca y García, alicantino, nacido en Orcheta 1866. Maestro de Primera Enseñanza, primero en su tierra y luego Maestro de maestros, en Madrid.
Desde muy joven y en tierras alicantinas ya publicaba artículos sobre la Escuela Pública reclamando siempre en ellos mejores condiciones para las Escuelas, los niños y los maestros y proponiendo reformas y soluciones sencillas.
En 1905 gana la medalla de Oro en la Exposición Escolar de Bilbao por los trabajos de su Escuela de Elche (siendo miembros del Jurado D. Manuel B. Cossío y D. Miguel de Unamuno).
Se traslada enseguida a Madrid donde sigue ejerciendo y ampliando estudios de Pedagogía con Cossío y de Psicología con Simarro.
En Madrid vive de forma permanente en la Residencia de Estudiantes desde 1910 a 1936. De esa feliz combinación de gran inteligencia, meticulosa preparación, enorme capacidad de trabajo, profunda vocación y dedicación personal a la Escuela y del extraordinario ambiente intelectual y cultural de la Residencia de Estudiantes, emerge este eminente Maestro, que fue el maestro- director (así firmaba él todos los documentos escolares y pedagógicos) del Grupo Escolar Cervantes de Madrid.
Esta Escuela fue gestada al abrigo de las ideas pedagógicas de la ILE y de las “Escuelas Nuevas» de todo el mundo, pero D. Ángel Llorca tuvo que esperar un año hasta que se aprobó su proyecto pedagógico y de organización, y dos para que con los medios suficientes –personal y dinero– se pudiera actuar con éxito en este proyecto innovador.
Puede decirse que la vida del Grupo Escolar Cervantes data de 1921, aunque sus puertas se abrieron en 1918, con personal interino y sin medios materiales de ninguna clase. Las dificultades con la que tropezaron procedían del local que necesitó de múltiples reformas y reparaciones, del personal docente que no siempre estaba de acuerdo con la Reforma, y de los cambios constantes de los Gobiernos. Ministros y Directores Generales de la época, que no les daba tiempo a enterarse ni a encariñarse con esta Reforma Educativa, tan beneficiosa para la educación del niño y contrapuesta a la llamada «Escuela Tradicional». Sin embargo, queremos destacar que el Grupo Escolar Cervantes fue venciendo todas estas dificultades por el interés y esfuerzo de sus maestros y de toda la Comunidad educativa que lo integraba, llegando a gozar de éxito y prestigio en su época.
Este grupo Escolar tenía los fines generales de todas las Escuelas Graduadas, y los especiales de:
- Servir de práctica para el ensayo de nuevos procedimientos pedagógico.
- Llevar la acción educativa de la Escuela a las familias de los niños alumnos que asisten a ella.
- Prácticas, de los cursos de perfeccionamiento de maestros, del Museo Pedagógico, de los alumnos del Curso Permanente de Dibujo, de los Pensionados por la JAE que hayan ido al extranjero y deseen ensayar a su regreso algún procedimiento pedagógico nuevo, y para los alumnos de la Cátedra de Pedagogía Superior.
En varias ocasiones D. Ángel Llorca y alumnos de los maestros del Grupo Escolar Cervantes, fueron becados por la JAE para asistir a Congresos Internacionales sobre Educación visitando además las Escuelas Nuevas de diversos países europeos.
La actitud de D. Ángel Llorca fue valiente y segura, dando a conocer en el extranjero las innovaciones pedagógicas que se estaban llevando a cabo en nuestro país. El Grupo Escolar Cervantes. El Museo Pedagógico Nacional. La Junta para la Ampliación de Estudios (JAE).
Socialmente el Proyecto Pedagógico del Grupo Escolar Cervantes, tuvo mucha importancia y repercusión porque supuso aplicar a la Escuela Pública el ideario pedagógico de la Institución Libre de Enseñanza (ILE) a la que se le reprochaba ser un modelo para educar a las élites intelectuales, demostrándose con esta experiencia de casi veinte años, que la educación de las clases menos favorecidas depende fundamentalmente de los medios materiales y pedagógicos que se pongan a su servicio.
El edificio del Grupo Cervantes de Madrid sigue existiendo en la actualidad (en su lugar de origen, la glorieta de Cuatro Caminos, barrio de Tetuán: el modelo de Escuela Pública tal como fue creado dejó de existir con la Guerra Civil.
El espíritu de aquella Escuela se respira aún en sus amplias galerías, en sus vitrinas y muebles de la época que todavía se usan en el actual Colegio, mezclados con algunos vestigios que ya no tienen lectura fácil ni referencia cercana. Muchas cosas quedaron atrás, y algunas de ellas son recuperables para nuestra Escuela Pública actual: abrimos desde aquí una puerta a padres y educadores empeñados en una Escuela mejor para nuestros Niños.
Mª Jesús Alcázar
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