Justa Freire. Maestra, pedagoga, de las primeras directoras de grupos escolares de Madrid. Comprometida con la renovación de la escuela y convencida de que, cuidando de la educación, la sociedad sería mejor.
Es ejemplo del trabajo realizado para la gran transformación educativa que se llevó a cabo en España durante el primer tercio del siglo XX, que la guerra civil y la dictadura frenaron bruscamente.
Nació en Moraleja del vino, Zamora, el 4 de agosto de 1896, de familia trabajadora y campesina, que siempre la apoyó para que estudiase.
Con 22 años, aprueba la oposición como maestra nacional, se afilia a la Federación de Trabajadores de la Enseñanza de la Unión General de Trabajadores.
Comienza a ejercer en Casillas. En 1921 se traslada a Madrid. Forma parte del equipo de maestros y maestras del Grupo Escolar Cervantes, dirigido por Ángel Llorca, proyecto educativo donde el diálogo con el alumnado y la actividad manual eran los ejes centrales y donde Justa se ocupa de la acción social y de ensayos pedagógicos.
Becada por la Junta de Ampliación de Estudios, conoció experiencias innovadoras en Bélgica y Francia. Experiencias que pone en práctica en su actividad docente, adaptándolas al contexto del alumnado del Grupo Escolar Cervantes, situado en un barrio a las afueras de Madrid: Cuatro Caminos.
Participa en las Misiones Pedagógicas, escribe artículos que se publican en las revistas educativas de la época.
1933, nombrada directora del Grupo Escolar Alfredo Calderón (actual CEIP Padre Poveda), es de las primeras mujeres españolas dirigiendo a un equipo docente mixto (hombres y mujeres).
Julio de 1936, golpe de estado. Está de vacaciones. Intenta comenzar el curso con normalidad. En noviembre debido a lo cruento de los bombardeos, su colegio cierra.
Cuando no había pasado un mes desde el fin de la guerra, fue encarcelada, acusada de prácticas laicistas y de cantar una canción con letra rusa en una ocasión con su alumnado. Es condenada a seis años y un día.
Estuvo dos años en la prisión de Ventas, organizó un coro y clases de alfabetización para sus compañeras.
En 1941 sale de cárcel, despojada de la condición de maestra funcionaria, de sus tres oposiciones. Se gana la vida dando clases particulares, hasta que la contratan en el Colegio Británico.
En 1953 se revisa su expediente de depuración, permiten su reingreso, prohibiéndola ejercer en Madrid. Se incorpora a la escuela pública en Manresa, Barcelona. En 1958 se traslada a Madrid volviendo a dar clases en el Colegio Británico.
Justa Freire, maestra extraordinaria, a la que la dictadura la castigó a un exilio interior y que a la ciudadanía le usurpó el derecho a una educación científica y moderna que hiciera progresar a la educación y al país.
Justa Freire con Elisa López Velasco y Ángel Llorca, probablemente en el viaje europeo en el verano de 1925. Archivo de Elisa Alonso Granados. Fundación Ángel Llorca.
Justa Freire con la famosa Sirenita que es el emblema de la ciudad de Copenhague (1929). Legado Justa Freire. Fundación Ángel Llorca.
De izquierda a derecha, Manuel Alonso Granados, Mª del Carmen Cabello, Elisa Alonso Granados, Justa Freire y José María Cabello, camino del Museo del Prado (1947). Archivo particular de Mª del Carmen Cabello.
Justa Freire en el comedor del Grupo Escolar Cervantes. Fundación Ángel Llorca.
Fotografía de cabecera: CEIP Padre Poveda, antiguo Grupo Escolar Alfredo Calderón.