Instalación que pone en valor a la profesora Elisa López Velasco, uno de los pilares del Grupo Escolar Cervantes, junto a Ángel Llorca y Justa Freire.

Las cuatro caras del cubo, inserto en la exposición «Ángel Llorca. El maestro que soñó la República desde el Grupo Escolar Cervantes», corresponden a los cuatro volúmenes de su libro «La práctica del dibujo en la escuela primaria», publicado en 1933. En este libro Elisa López Velasco expone sus ideas sobre la educación artística sobre los presupuestos de la Escuela Nueva. Los tres últimos volúmenes constituyen un catálogo de propuestas didácticas de dibujo, secuenciadas para los diferentes cursos.

En el cubo se reproducen el 100% de las ilustraciones del libro, que fueron realizadas, en su totalidad, por el alumnado de Elisa, y que demuestran una exquisita sensibilidad y respeto hacia el mismo.

El ejemplo de la vigencia de sus propuestas didácticas son los dibujos fruto de la observación natural: objetos cotidianos, compañeros y compañeras, frutas, hojas, aves de corral vivas…

Las imágenes de la instalación entran en diálogo directo con los cuadernos y dibujos del alumnado que se exponen en la sala, y pertenecientes a Luis Martín, antiguo alumno del Grupo Escolar Cervantes.

La silla escolar –mobiliario escolar diseñado por Ángel Llorca y construido en el propio taller de carpintería del Grupo Escolar Cervantes en 1925–, que pudo ser modelo de algún dibujo reproducido, es una metáfora poética de los objetos practicada por Elisa, de la vigencia de sus ideas…, y su permanente movimiento representa la máxima “el pensamiento no puede tomar asiento”, tan propia del espíritu que inspiró a los maestros y maestras de aquellos años.